Escucharse reinventada en los versos de otros o verse interpretada en un cuadro, es un placer. Sobre todo cuando esa admiración es mutua. Gracias a Noelia Illán por llevarme a sus versos y a Carolina Illán por llevarme al lienzo. Mil millones de gracias por vuestro cariño, vuestro arte y vuestra generosidad. Muachh¡¡¡