viernes, 29 de junio de 2012

AZOTEAS (LA SIRENA DORMIDA)

Un año sin Sergio.

Odio que la ciudad se me ponga boca abajo
porque todas las azoteas llevan tu nombre.
¿Recuerdas cuándo inventábamos rostros en la fachada del edificio que hay al final de la calle?
Áquel que imitaba con su jardín en el ático el cabello de las personas.
          En primavera era una joven engalanada.
          En otoño, una mujer de oscura melena.
          En verano, un soldado de pelo tieso y escaso.

Odio las azoteas de los edificios de esta ciudad.
Incluso aquella que nos hizo reír.
Las odio desde que te dejaste olvidada la vida en una
y todas imitan tu rostro.