miércoles, 28 de diciembre de 2011

DESPEDIR EL 2011 CON HUMOR... POR QUÉ NO?

Es difícil elegir un poemario o un autor favorito. Simplificar la elección de un modo unitario destirra al olvido muchos otros autores y libros. Mi primera oportunidad para dar a conocer La sirena dormida llegó de la mano de Jose Cantabella y su programa radiofónico La Torre de Papel. Programa que tras años en antena desapareció de las ondas este 2011. A través de él no sólo he podido compartir mi trabajo, también he tenido la suerte de poder hablar de otros autores que me gustan.
A pocos días de despedir este 2011 quiero rescatar de ese archivo el programa que se hizo sobre Billy Collins. Un poeta que me gusta muchísimo y cuyo libro Navegando a solas en la habitación os animo a leer. La entrevista dura unos 30 minutos aproximadamente. Si tenéis ese ratito, os gustará escucharla.
Me resulta fácil enamorarme de las cosas que despiertan mi pasión y curiosidad. Todos los días me enamoro varias veces y de distintas cosas. De Billy Collins -confieso abiertamente- que llevo años enamorada.
http://www.orm.es/servlet/rtrm.servlets.ServletLink2?METHOD=DETALLEALACARTA&serv=BlogPortal2&ofs=0&orden=1&texto0=torre de papel&orden2=22&idCarta=64&sit=c,5,ofs2,10

Un rato con Billy Collins
http://www.youtube.com/watch?v=56Iq3PbSWZY

domingo, 25 de diciembre de 2011

ESTA ESTACIÓN DORADA



Me gustabas más
cuando no tenías sitio para mí,
en tu vida.

Y todos parecían poseerlo
pese a no hacer nada excepcional.

Me gustabas más
y también yo
porque era más imaginativa,
más lúcida, más exuberante,
más brillante.
Era lo mejor de mí, e incluso más.
Mi máquina funcionando a mil por hora.

Hoy que la vejez nos ha arrasado
desposeyéndonos
de nuestra velocidad,
la felicidad mora en cosas pequeñas (casi insignificantes)
y ambos sabemos qué somos
en la vida del otro.

Tú dejaste de ser un astro brillante
y yo, de conquistar la luz.

No me disgusta.
Quizás esto sea lo más sincero que hay en nosotros.
Nosotros sin destellos
pero son estas cosas,
y algunas otras igualmente inevitables,
las que me hacen desconfiar
de las ventajas de envejecer.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

LO QUE NO ENTIENDO DE TI (LA SIRENA DORMIDA)

El día que me habites
hallarás la diferencia entre querer,
y eso que tú haces y no logro entender
qué es.

martes, 13 de diciembre de 2011

UN AÑO EN TIERRA FIRME

El 17 de diciembre del 2010 La Sirena Dormida puso su primer pie en tierra. Me gustaría celebrar ese aniversario con todos los que seguís este blog y construir un poema que comience con el primer verso de La Sirena Dormida y acabe con el último. Un poema hecho a trocitos que deje un rastro de este ejercicio de comunicación tan magnífico que nos une en este blog. Día tras día veo las entradas y me resulta sorprendente el poder amplificador de este "cuaderno virtual". Lugares del mundo en los que jamás he estado pero a los que viajan mis versos.
Da igual el idioma, la rima o la extensión. Un verso sin más que se atará a otro verso y a otro hasta construir un tapiz que nos reuna en un único poema. Gracias.
Ahí va el principio.

Guardo una sirena
bajo la piel
que me envuelve
y protege.
(Vega. Murcia)

Una sirena
mitad mujer, mitad pez
que alumbre
nuestro océano
cotidiano
y, casi azul.
(Jose Cantabella. Murcia)

Busco una sirena
en la noche,
que salga en la playa
a contar las estrellas.
(Rafael. San Vicente de la Barquera)

Que nos salve
a cada instante
de todos los naufragios
en aquella
incierta inmensidad,
y, nos haga libres,
diferentes........
(anónimo)

..., amables.
Oh, mi dulce sirena
que reinas
en nuestras vidas,
y haces también
que sea, ésta, nuestra vida,
una celebración de la pureza
(Juan Rulfo)

Para mi sirena
guapa
come-peces
y todo lo demás.
Lo que te quiero decir
es que
feliz aniversario.
(Iván Rubio. murcialeño)

Una pureza
que sólo tú
(come-peces feliz)
seas capaz
de gobernar
(a tu antojo)
en ese dichoso mar
de sargazos.
(Manuel Puig)

En ese mar nuestro donde
tú te ocupas de todo lo importante
mientras yo resuelvo lo que tiene importancia.
(Neptuno Blond. Fondo del Mar)

Pero habría que aclarar,
sirena, que es
verdaderamente lo importante.
Es el mar, eres tú,
o esas ceremonias interiores
nuestras, quizás
sólo importes tú
a la hora dichosa
que sopla con dulzura
el viento de levante.
(Alejandra Pizarnik)

Hasta el azteca también
sabe de ti, sirena,
de tus pasiones, de tus pulsiones,
del espanto del mar,
de la nada. Él también sabe, sirena..
(Octavio Paz)

Sirena murciana, sirena cercana,
que nos envuelves con tu magia,
para sumergirnos juntos
llenos de esperanza.
(Ana. Bellvitge)

Descansa Sirena.
Llegará el alba
mordiendo la paz que inventamos.

Inaugurando nuestro amor.
(Vega. Murcia)

domingo, 11 de diciembre de 2011

SALVACIÓN (LA SIRENA DORMIDA)

A veces soy mala,
para no ganarme el cielo.
Piso la calle hecha una perra soez y descarada.
A despertar deseos sucios,
a picarte los ojos,
a escocer entrepiernas.
Me pongo el vestido negro.
Hoy me cae como un guante.
No esconde,
soy luz.
No raspa.

Abrazo el infierno cálido y agitado.
Mañana será otro día.
Hoy mancho.

lunes, 5 de diciembre de 2011

CIERTA IGNORANCIA NOS HACE LIBRES Y A VECES, INMENSAMENTE FELICES

Entorno los ojos.

Aspiro.

A cada golpe de ola, distinta e irrepetible que expira
su maravillosa y única existencia al abrazar la orilla,
se esparce el frescor que eriza mi piel.

Y tú, dorada y ungida con los dones de tu nueva existencia de ídolo,
me explicas -con atrevimiento-
estas cosas y otras
igualmente imposibles.

¡Oh vanidad!
Dorada e impermeable.
¡Qué inmensa tristeza entender
la exacta geometría de todas las olas!

viernes, 2 de diciembre de 2011

MEMORIA DE SIRENA (LA SIRENA DORMIDA)

A mis padres, Antonio y Encarnita.
A Rocío, Iván y Juan.
Gracias por ser el paraíso donde crece la calma.

Tu mirada y mi mirada no son iguales.
Tú miras el futuro con memoria de pasado
y yo lo recibo, sin saber mi pasado de memoria.
Solo algunos gestos, algunas voces, algún paisaje…
Pero no, no me sé mi pasado de memoria.
De recitarlo se me hizo aburrido y lo olvide.
Así. Sin más.
Y a veces me lo cuentas
y celebro reencontrarme con él:
tan nuevo,
tan inesperadamente nuevo…
Vuela por la cocina enredado en los olores de tus ollas
hasta llegar a mí.
Los que son y no fueron
y el que es y no fue,
se mezclan sin querer.

Salgo de tu cocina
con otro pasado que no es ni el mío, ni el tuyo;
otro distinto.

Tengo por defecto el abandono de mi memoria,
por rutina la fantasía y por costumbre tu cocina.
Ya ves, por fortuna, a ti nunca te cambiaré.
Nadie guarda con tanta ternura mis olvidos:
la vida que arrastro, mis ojos de ayer, de anteayer,
del año pasado.

Nadie como tú.
Ni siquiera yo.