Llenemos esta habitación
de PESTE.
Tú y yo.
Mezclemos nuestros jugos
hasta que el aire sea SEXO
y no podamos inhalar una bocanada de FRESCURA.
¡Qué delicia!
A veces lo añoro y LO INVENTO PARA MÍ
Pero esa peste la hacemos juntos
sudando, jadeando
y estirando los deditos de los pies.
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