Podría ser una gota de lluvia
o tus zapatos rojos.
Algo tan simple como una gota de lluvia que cae
sobre tus zapatos rojos y despierta
otro rojo
más encarnado e insultante
que recuerda el error de haber elegido esta mañana
las bailarinas de aire francés que tanto te gustan.
Los zapatos que precipitan todas las miradas del mundo
sobre ellos. Los cósmicos zapatos que invisibilizan
el resto de Lola.
Lola y la triste figura de su cuerpo desnudo
frente al espejo.
El desastre de Lola descascarillándose por días.
Abrazando la ruina.
Lola buscando ropa de superhéroe en el armario
La ropa que tapa, oculta y disfraza; ansía
expectativas imposibles, desvela añoranzas;
reinventa mujeres raras.
Transparenta.
Lola sideral, fugaz como una estrella atraviesa hoy Madrid
dejando el rastro de sus rojos zapatos bajo la lluvia.
Y todo Madrid huele hoy a Lola
pisando descalza los charcos
con sus francesitas de aire vintage al fin encarnadas,
colgando de las orejas.