No sé si piensas alguna vez en mí.
Cuando esperas para cruzar la calle y una chica
se recoge el pelo con un gesto mío.
O si regresando a casa, una canción
suena en la radio del coche
y deseas que el mundo vuelva a ser azul.
Azul mar.
Cuando todo esto pase,
te enseñaré a habitarme sin permiso.
gracias a Dios por la libertad que proporciona el pensamiento, el recuerdo.
ResponderEliminarsoy la visita 4500!! TOMA YA!! este poema....una pasada...tan inspirador...
ResponderEliminaralucinante... se me han puesto los pelos de punta...
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