LA CIUDAD DE LAS CASAS AZULES
Te inventaré una ciudad de casas azules donde siempre serás nombrada
con el nombre que inventé para ti.
¡Estás tan linda cuando luces el nombre que inventé para ti!
Enterraremos
ese otro –azaroso y furtivo- que ahora te viste, en un lugar que se parezca
a todos los lugares que conocemos
para que cuando nos dé alcance su nostalgia,
no recordemos dónde fenece.
algo así como desordenar las caracolas de la playa
o apuntalar castillos de arena.
Algo importante que entretenga tus manos para que no pierdas el día
abrazada a los árboles.
Regalando el don de tus caricias a aquellos que
nunca te arroparán (A esos estúpidos ásperos a los que entregas tu cuerpo).
Te inventaré una ciudad de casas azules donde todos te conocerán,
por el nombre que inventé para ti y tus manos, hacendosas,
desordenarán las caracolas de la playa
o cuidarán de los castillos de arena
para que los árboles no te susurren ya más
que echan de menos tu piel.
Eres
ResponderEliminarun
pulso
herido
que
ronda
las
cosas
del
otro
lado.
J.C.