Demasiado oclusiva
Demasiado usada –gritada o dicha secretamente.
Demasiado valiente
Demasiado enfrentada
Demasiado pintada en los muros de las ciudades.
Demasiado rotunda
Demasiado ardiente.
Demasiado de todo para ser diez letras
con el único valor de agitar el mundo
y asistir a su incendio
por una sola boca
que pida al pueblo,
REVOLUCIÓN.
Es cierto que la "revolución" es así como la describes y tiene todos esos ingredientes que citas en tus versos. Al leerte he pensado en la revolución de la poesía y en esa "nueva manera" de escribir que llamamos "poesía".
ResponderEliminar¿Poesía o prosa poética?... Supongo que tampoco importa, porque esta "nueva manera" fue aceptada por todos los poetas contemporáneos hasta nuestros días.
Es cierto que sorprende leer al Cernuda juvenil y ver en sus letras la poesía clásica, rimada y medida y luego la evolución hacia este nuevo estilo. Y si cito a Cernuda también puedo hacerlo con infinidad de poetas. Hierro también escribió de esta manera y lo mismo Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y un largo etcetera, hasta llegar a Valente y ahora a Luis García Montero.
Es cierto que todos son poetas y que aquello que destila en sus versos es poesía pura, esté medida o sin medir, rimada o sin rimar, pero la pregunta que me hago siempre es ¿los poetas actuales, los de esta nueva generación, han empleado la rima y la medida alguna vez?...
Quizás como dijiste en San Vicente se dejan llevar por el ritmo, en esa ondulación de la voz y las palabras, que también llega al corazón de las personas.
De todas formas estoy contigo, en que estamos en una revolución, desde hace mucho tiempo, y que lo importante es lograr, de la manera que sea, la "sensibilidad de las almas", ante la palabra escrita en poesía.
Feliz fin de semana,
Estoy contigo Rafael, es necesario conocer la rima, la medida y el uso de las figuras para poder llegar al verso libre. Supongo que alguien que llega a componer jazz también ha tenido que aprender antes a medir los compases de la música, a respetar los silencios marcados en una partitura, etc. Luego, todo ese ritmo medido y preciso se interioriza y el oido, el alma, se te hace a él. Entonces ocurre la maravilla de que tú no precisas el ritmo impuesto para generar la música, al contrario. La música que creas en tu cabeza tiene un ritmo que está en función de dicha creación. Y todo cuanto era preciso para construir la música grabita entonces preso de esa fuerza creativa. Esa comunión sólo es alcanzable cuando se ha pasado por ese conocimiento de "las herramientas" exactas con las que se contruye.
ResponderEliminarNo creo en generaciones, incluso en autores catalogados como contemporáneos dentro de una misma generación, veo diferencias importantes. Creo en tendencias, eso sí. En un contexto que marca diferentes maneras de transmitir la realidad pero que responden a referentes comunes por las circunstancias exteriores.En poesía siempre hablamos de un ejercicio de intimidad extremo.Es complicado pensar en algo generacional. Verdaderamente creo que ahora la poesía responde a una necesidad de incorporar lo cotidiano a ella para lograr la transcendentalidad. Así lo creo. Como decía Billy Coliins en una de sus últimas entrevistas lo cotidiano nos ha faltado tanto en la poesía que ahora lo celebramos profusamente.
Mil gracias por tu comentario. La tarde de San Vicente fue mágica. Para mi es un lugar especial y me resultó especialmente emotivo el encuentro con vosotros. He visto los blogs que me ha mandado María y me han emocionado las palabras que he leído. Mucho. Mil millones de besos para todos.
Gracias por tu contestación a mi comentario. Creo que estoy de acuerdo con tus apreciaciones y digo lo mismo que tú, que el encuentro de San Vicente de la Barquera nos permitió ver algo más que esa parte de vuestra obra, en la manera que compartir los motivos que dieron lugar a los versos, y en esos otros motivos que siempre quedan relegados en el alma del poeta.
ResponderEliminarSeguiré pasándome por tu Blog de vez en cuando.
Feliz comienzo de semana,
Rafael